Una evolución de los cartuchos - o por qué todos los tatuadores necesitan esta nueva generación de cartuchos

Cheyenne revolucionó el mundo del tatuaje cuando inventamos el Cartucho de agujas para tatuajes en 2007. A partir de ahora, no es necesario contar con una máquina individual para realizar cada configuración de las agujas ni preparar la máquina a diario. El sistema de cartuchos permite cambiar rápidamente las configuraciones necesarias de las agujas con una sola máquina de tatuajes, que ya forma parte de la cotidianidad de la mayoría de tatuadores. Para implementar este sistema fue necesario integrar las agujas en una carcasa que contara con un práctico mecanismo de conexión que, por un lado, supone una sujeción segura y, por otro lado, también garantiza que los cartuchos se puedan cambiar fácilmente. La carcasa protege las agujas frente a daños indeseados, a la vez que garantiza la seguridad de los tatuadores ante posibles lesiones. Sin embargo, el componente más importante es la membrana de seguridad. La membrana se encarga de que las agujas se vuelvan a meter repetidamente en la carcasa y separa la zona contaminada de la aguja de la zona limpia del mango y de la máquina. La impermeabilidad de la membrana de seguridad patentada Cheyenne está probada y garantizada. Esto significa que la tinta, la sangre y otros fluidos corporales no pueden refluir en tu equipo. Por un lado, esto protege el sistema electrónico de tu máquina de tatuar, donde los fluidos podrían provocar un cortocircuito, pero ante todo protege a tus clientes frente a infecciones por patógenos producidas por contaminaciones cruzadas.

En el caso de los cartuchos de tatuaje, la elevada precisión y el flujo de tinta adecuado se excluyen mutuamente. Para conseguir una elevada precisión, el paquete de agujas ha de guiarse correctamente. Si desea precisión en todas las direcciones, especialmente en configuraciones de delineado, es necesaria una abertura en la punta del módulo que sea tan pequeña que el espacio entre la pared de la punta y el paquete de agujas sea prácticamente nulo. Esto aseguraría que la aguja no pueda «saltar» dentro de la punta y que se mueva hacia arriba y hacia abajo con elevada precisión. Si el espacio fuera realmente tan pequeño, el módulo apenas liberaría tinta y prácticamente no fluiría. Para que la tinta pueda fluir de manera generosa, es necesaria una abertura más grande en la punta del cartucho. A su vez, estas aberturas amplias reducen la precisión, ya que el paquete de agujas ya no puede guiarse de manera suave y uniforme.

Ese problema queda resuelto con los Capillary Cartridges (Cartuchos capilares). La punta de nuestro cartucho, pendiente de patente, cuenta con un canal que se llena solo y con un depósito de tinta superpuesto cuando la aguja se sumerge a través del tapón de tinta. Dado que el canal se enrolla en espiral alrededor del paquete de agujas, se garantiza una humectación uniforme en todo momento. Esto proporciona un flujo de tinta excelente. Es cierto que hay que sumergir los cartuchos en el tapón de tinta un poco más de lo habitual hasta que están llenos por completo, pero el flujo de tinta será hasta 10 veces mayor que con los módulos de agujas convencionales. Gracias a las configuraciones Magnum, cada una de las agujas, incluidas las de la fila superior, se humedecen de manera fiable y por completo. De esta forma, las superficies se rellenan de forma constante y, sobre todo, más rápidamente, lo que resulta menos traumático para la piel del cliente.